En ‘The Office’ hasta ‘Community’: la revisión y censura sobre el racismo continúa

Escrito por el julio 1, 2020

El asesinato de George Floyd a manos de un policía blanco, ha provocado quizás, uno de los sacudones culturales más notorios de los últimos años. A las discusiones, debates y un renovado interés por la discusión sobre el racismo y el prejuicio en Norteamérica, ahora la industria del espectáculo atraviesa un escrutinio minucioso que está provocando todo tipo de polémica. ¿Lo más reciente? La eliminación de capítulos de series emblemáticas por su contenido “ofensivo”.

¿Está la industria del espectáculo en el tránsito de un cambio definitivo, que haga sus contenidos un reflejo de la sensibilidad contemporánea sobre el racismo? Todo parece indicar que las protestas que provocaron el asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd, a manos de un policía blanco, están teniendo el impacto suficiente como para sacudir las bases del espectáculo tal y como lo conocemos.

A la revisión de imágenes de marcas emblemáticas por contener contenido con racismo, el debate alrededor de clásicos del cine que promueven ideas romantizadas sobre la esclavitud y la discriminación.

Incluso debates tan preocupantes como la forma en que la cultura pop influye en el discurso sobre la segregación, se une la iniciativa de varios canales y productoras de eliminar capítulos de series emblemáticas cuya trama incluya contenido “ofensivo”. Las primeras en sufrir las inmediatas consecuencias de la decisión han sido Community, The Office y Los Simpson.

Por supuesto, era inevitable que mientras EE.UU. atraviesa una de las grandes crisis raciales y culturales de su historia. La caja de resonancia de la cultura pop no sólo mostrará los cambios inmediatos que una situación semejante puede provocar, sino que además se enfrentará a una coyuntura sin precedentes.

Con menor o mayor acierto, cadenas como HBO Max, Netflix y NBC tratan de traducir el malestar social en una respuesta efectiva. Sin embargo, están teniendo un impacto directo en los históricos de diversas series clásicas que, analizadas a la distancia de una nueva sensibilidad social, deben enfrentar censura o al menos a una revisión cuidadosa de su contenido.

¿Qué puede provocar y hasta dónde puede llegar una situación semejante? Una revisión rápida de las medidas tomadas por canales de televisión y productoras dejan a su paso una mirada preocupante sobre el tema.

Racismo: de crítica histórica a la eliminación de contenido

Hace unas semanas, HBO Max levantó una considerable polémica después de que aceptara retirar de su catálogo el clásico Lo Que el Viento se Llevó, de Victor Fleming, cuando John Ridley publicara un artículo crítico sobre su contenido racista.

El escándalo atravesó varios momentos complicados, incluyendo una rectificación del canal al asegurar que la película del ’39 volvería a formar parte de su contenido, pero con una advertencia “crítica” sobre su visión sobre la esclavitud. De regreso al catálogo del canal, la película puede disfrutarse con una explicación que permite entender su contexto y la forma en que se comprende su punto de vista sobre el crítico tema del prejuicio.

No obstante, la decisión de HBOMax parece haber tenido repercusión en otros canales y productoras: hace unos días, The Wrap anunció que el noveno episodio de la temporada nueve de la serie The Office (NBC Universal), sería editado debido a que uno de los personajes usó un polémico BlackFace (el rostro pintado de negro que por décadas ironizó la cultura afroamericana en el cine).

Incluso el creador Greg Daniels aceptó que la escena del episodio «Dwight’s Christmas» en que el personaje de Dwight (Rainn Wilson) debía ser “suprimida”. Por ahora, el capítulo ha sido retirado del catálogo.

“La serie emplea la sátira para exponer comportamientos inaceptables y abogar por la inclusión”, declaró en un comunicado Daniels, que disfruta del éxito después de la buena acogida de su producción para Amazon Prime Video. “Hemos cortado un plano de un actor llevando Blackface que utilizamos para criticar una práctica racista específicamente europea. El Blackface es inaceptable y mostrarlo de forma de gráfica es hiriente y es un error. Lamento el dolor que haya podido causar”.

Lo mismo ha ocurrido en Community, cuyo capítulo «Advanced Dungeons & Dragons» fue eliminado por Netflix (aunque no de Amazon Prime Video), por mostrar al personaje de Ben Chang (Ken Jeong) caracterizado con el rostro pintado de negro. Y aunque durante la secuencia hay críticas directas sobre el uso del Blackface, al parecer Netflix consideró la secuencia lo suficientemente ofensiva como para ser eliminada de inmediato de su plataforma.

El uso del Blackface con racismo ha sido motivo de polémica durante años en diversos espacios televisivos y de comedia standUp en EE.UU., pero solo ahora hay una real debate sobre la idea.

De hecho, los comediantes Jimmy Fallon y Jimmy Kimmel — que han utilizado el recurso de pintarse la cara de negro en diversos momentos de sus rutinas — han pedido disculpas públicas. Para bien o para mal, la muerte de George Floyd y las manifestaciones en rechazo a la brutalidad policial de las que fue víctima están sacudiendo la óptica del espectáculo estadounidense con respecto a todo tipo de símbolos de racismo y prejuicio que, hasta ahora, habían formado parte del humor del país.

Racismo: una onda expansiva

Unos meses atrás, el actor Hank Azaria abandonó el doblaje del personaje Apu en la serie animada Los Simpson, después de que la serie enfrentara una incómoda polémica debido al documental del 2017 «El problema con Apu» del comediante Hari Kondabolu. Donde se reflexionaba sobre lo dañino que había resultado los estereotipos raciales perpetuados por la serie. Fue la primera vez que se analizó desde una óptica semejante, la trama y el argumento del show animado y su inmediata repercusión en el ámbito de la discusión racial.

Ahora, el mismo debate, parece extenderse a espacios más amplios: a lo anterior, habría que sumar las múltiples declaraciones de actores y actrices blancos que han prestado sus voces a diferentes personajes étnicos en diversas series de animación, que han comenzado a disculparse pública por su participación y posible racismo involuntario en producciones específicas.

Las primeras en dar declaraciones al respecto han sido Jenny Slate y Kristen Bell. Tanto una como la otra han declarado que lamentan haber doblado personajes sin tomar en cuenta su origen racial y la oportunidad de mostrar mayores matices sobre su relevancia como símbolo. Jenny Slate doblaba al personaje Missy Foreman (una niña afroamericana en la ficción) en la serie Big Mouth, mientras que Kristen Bell hacia lo propio en Central Park con el personaje de Molly. También el actor Mike Henry (voz de Cleveland Brown en Padre de familia y The Cleveland Show, cancelada en 2013) se unió a la iniciativa, dejando claro que abría espacio para el debate sobre un tema controvertido y del cual se ha profundizado poco hasta ahora.

¿Habrá una depuración masiva sobre el contenido de series y programas a través de la historia de la televisión norteamericana? Lo más probable es que el transcurso de los siguientes meses, la onda expansiva de la revisión de material de contenido ofensivo se haga más extensa y sobre todo, profunda. Una nueva era para la televisión.

Fuente original: Hipertextual.com

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