Los rayos son fenómenos meteorológicos que suelen durar escasos segundos, aunque no es una regla establecida. Recientemente la Organización Meteorológica Mundial (OMM) reportó el rayo más largo de la historia, que con una duración de casi 17 segundos, estremeció a una localidad de Argentina.

El suceso ocurrió el 4 de marzo de 2019 al norte del país sudamericano. De acuerdo con la información de la OMM, el último rayo que duró más de lo habitual en el cielo ocurrió el 30 de agosto de 2012 al sur de Francia. En ese momento se produjo un relámpago de 7,74 segundos, que no tiene nada que hacer con los 16,73 segundos de Argentina.

El organismo reveló que 2019 fue el año en que se rompieron las marcas registradas. Por ejemplo, un relámpago se extendió por más de 700 kilómetros al sur de Brasil el 31 de octubre de 2019, duplicando la extensión del ocurrido en Oklahoma en 2007.

El relámpago con mayor extensión en la historia fue registrado en 2019 al sur de Brasil.

La intensidad de este relámpago fue capturada desde el espaciogracias al Satélite Geoestacionario Operacional Ambiental (GOES), que desde hace más de dos décadas realiza un pronóstico del tiempo y da seguimiento de las tormentas severas para el Servicio Nacional Meteorológico de EE.UU.

De acuerdo con el profesor Randall Cerveny, relator de condiciones climáticas extremas de la OMM, es posible que existan fenómenos más extremos. Según Cerveny, los registros actuales son mediciones vivientes de lo que la naturaleza es capaz. A medida que la tecnología de detección avance, se podrá comprender mejor la ciencia de los rayos y salvar vidas.

¿Cómo se producen los rayos?

Los rayos son descargas eléctricas naturales acompañadas por una emisión de luz llamada relámpago y el sonido del trueno. La formación puede variar, ya que los científicos mencionan que las causas van desde perturbaciones atmosféricas relacionadas con el viento, humedad y presión, hasta la acumulación de partículas solares cargadas.

La descarga se produce entre nubes de tipo tormentoso (cumulonimbos) y la superficie terrestre. Las nubes de tormenta se llenan de cargas eléctricas. Por encima de los 5.000 metros, las partículas de granizo chocan con cristales de hielo y adquieren carga positiva, mientras que los últimos carga negativa. Los cristales son arrastrados a la parte superior de la nube, creando una carga positiva, mientras que en la parte inferior se acumula la carga negativa. Cuando ambas se vuelven lo suficientemente grandes se crea un rayo.

El rayo más común es el de nube a tierra, aunque existen otros que se efectúan entre zonas de nube que no están en contacto con el suelo, o entre dos nubes.

La Organización Meteorológica Mundial indica que durante las tormentas eléctricas es recomendable permanecer en casa. Si la diferencia de tiempo entre el relámpago y el sonido del trueno es menor de 30 segundos, debemos esperar al menos 30 minutos antes del último relámpago antes de reanudar nuestras actividades al aire libre.

Fuente original: Hipertextual.com