Han pasado dos décadas desde que el gallinero de Chicken Run, liderado por los pollos Ginger y Rocky, se convirtiera en todo un pequeño fenómeno de taquilla y de crítica. Mucho tiempo para cualquier película de origen que se precie. Pero con la llegada de las plataformas nada parece imposible: Netflix acaba de anunciar traerá de vuelta la historia de Aardman Animations, creadores de Wallace & Gromit, en una secuela inesperada y que ha emocionado a los fans de la película original.

Aunque desde hace unos cuantos meses ya había noticias sobre la posible producción de Chicken Run 2, es ahora cuando se confirma que el proyecto está en marcha y que pasará a engrosar el catálogo de originales de Netflix.

Los detalles sobre una posible continuación de la emblemática historia, comenzaron a escuchar por primera vez en abril de 2018, mientras Aardman Animation trabajaba en A Shaun the Sheep Movie: Farmageddon, una película que finalmente Netflix estrenó para sus suscriptores de EE.UU., Canadá y América Latina.

No obstante, la posibilidad de traer de vuelta al mundo de Ginger y Rocky no estaba del todo clara: se habló de problemas de presupuesto, guion e incluso de distribución, lo que terminó por convertir al proyecto en uno de los tantos arrasados por fenómenos de taquilla y de franquicia.

No obstante, hoy se ha revelado que la secuela ya está en marcha y que de hecho ya tiene fecha de estreno: en 2021. Los aguerridos miembros del gallinero volverán en compañía de una niña llamada Molly, para enfrentar “una nueva y terrible amenaza”, según detalla el comunicado oficial del estudio.

La secuela está dirigida por Sam Fell, quien también trabajó con el estudio en la recordada Flushed Away (2006) y en la formidable ParaNorman (2021). No obstante, a pesar de las buenas noticias, todavía no está claro si Julia Sawalha o Mel Gibson volverán a prestar sus voces para Ginger y Rocky respectivamente. Aun así, la película contará con buena parte del equipo original, lo que asegura que al menos su espíritu argumental se mantendrá intacto.

Chicken Run: Netflix y un nuevo patio de recreo

Chicken Run

Durante los últimos años, Netflix se ha convertido en la plataforma ideal para llevar a buen término proyectos que, de otra forma, jamás habrían llegado a la luz. Se trata de una forma de hacer negocios que garantiza que los estudios y directores independientes puedan acceder a recursos de producción de primera línea, y toda una nueva categoría de films, series y secuelas que encuentran en el gigante un nuevo lugar para mostrar sus bondades.

Por supuesto, se trata de un negocio redituable para ambas partes: desde la llegada al universo streaming de Amazon Prime Video, Disney Plus, Hulu, HBO Max y Apple TV +, Netflix ha tenido problemas en encontrar nuevo material para llevar a la televisión, y en especial para competir con las ofertas de catálogo novedosas que se multiplican de manera exponencial. De modo, que la búsqueda de material novedoso y con audiencia garantizada ha sido uno de las líneas de negocio más recientes de la plataforma.

La estrategia ha dado algunos frutos de interés: Klaus, el largo de temática navideña de Sergio Pablos Animation Studios se convirtió en un fenómeno de audiencia y también en una fuerte competencia en el rubro de animación en los premios de la Academia, que perdió frente a la veterana franquicia Toy Story. De la misma forma, Netflix obtuvo los derechos de I Lost My Body, un proyecto artístico que también fue aclamado en la temporada de premios y llegó a obtener más de una nominación.

De modo que no sorprende la decisión de Aardman de asegurar la continuidad de una de sus historias más conocidas en la plataforma. En la actualidad, el estudio está trabajando en Robin Robin, un especial que también estrenará Netflix este año, y A Winter’s Tale, un especial de media hora que estará disponible en BBC One en el Reino Unido y en Netflix en una gran cantidad de mercados, incluidos los EE.UU. para 2021.

Fuente original: Hipertextual.com