El actor, que llegara a ser conocido como el padre de América por su éxito en televisión en la década de los ochenta, ha sido condenado durante el día al cumplimiento de tres a diez años de cárcel en un régimen de confinamiento absoluto por drogar y agredir sexualmente a Andrea Constand en 2004.

El juez Steven O’Neill ha dictado hoy sentencia, cinco meses después de su condena, en el primer juicio a una importante personalidad en la era #MeToo. Tras catorce años, O’Neill ha afirmado en Norristown, Pensilvania, que «el día y el tiempo para hacer justicia han llegado». Se cierra así uno de los casos todavía abiertos protagonizados por el comediante de 81 años: han sido más de medio centenar de mujeres las que han acusado a Cosby de abuso sexual a lo largo de las últimas décadas. En cuanto a la violación de Andrea Constand, se acusó a Cosby de penetrar sin consentimiento tras haber drogado previamente a la que era por aquel entonces entrenadora del equipo de baloncesto femenino de la Universidad de Temple, donde el famoso actor era una importante figura. En las horas previas al juicio, además, se ha designado a Cosby como «un depredador sexualmente peligroso».

Llega al fin una condena en firme después de litigios que nunca llegaron a buen puerto, acuerdos extrajudiciales y un primer juicio nulo por este mismo caso; y es que Cosby, según las múltiples acusaciones, repitió durante décadas el mismo modus operandi, sedando a las víctimas para agredirlas sexualmente. Los abogados del actor, conocido principalmente por su serie The Cosby Show, pedían el arresto domiciliario con la edad de Cosby, 81 años, su avanzado nivel de ceguera y su necesidad de asistencia permanente como principales argumentos en la defensa. La pena, de tres a diez años, también conlleva la terapia obligatoria de por vida. Es más que probable que el actor, que nunca ha mostrado su arrepentimiento públicamente ni mostrado señales de disculpa, pase sus últimos días entre rejas.

Fuente Original: Hipertextual.com